Leyenda de la Presa Cerrajera
En la foto, el cauce de la Cerrajera a su paso por Acebes.
Los musulmanes, en su invasión de Al Andalus (que no era sólo Andalucía) llegaron ciertamente hasta el Páramo leonés y la Ribera del Órbigo. Encontramos algunos vestigios en denominaciones de pueblos, tales como Ben-Avides, , Villamor ( tal vez Villa de Moros), Villa-Azala etc. ¿Por cuánto tiempo permanecieron? Probablemente no mucho. Que lo averigüen los historiadores. A nosotros nos basta relatar una leyenda, con sabor a romance, que ha pasado de generación en generación.
Dicen las crónicas, o mejor la tradición de boca en boca, que entre Veguellina y La Bañeza, en las arribas del Órbigo, y siempre en el Páramo leonés, había una linda muchacha, cristiana ella, hija del Marqués de Hinojo (Dehesa de Hinojo).
Un Jeque musulmán se enamoró locamente de ella. Pídeme lo que quieras; pero concédeme la mano tu hija, le diría este seguidor de Mahoma al Marqués.
Éste, no atreviéndose a darle una negativa rotunda, se lo puso difícil: Podrás tomar por esposa a mi hija el día que yo vea correr el agua por mis campos, para poder transformarlos de secano en regadío.
El moro se lo tomó muy a pecho y se puso en camino río arriba, por la margen izquierda, hasta ver dónde podría tener acceso a las aguas para encauzarlas por aquel Páramo hasta la casa de la dama de sus amores. Así surgiría la Presa de Cerrajera. ¿Nombre derivado de Ben Cerraj? Lo ignoramos. Tampoco sabemos si la novela terminó en boda con el clásico broche de oro: "Y fueron felices y comieron perdices…"
Los que en adelante sí serían un poco más felices fueron aquellos pueblos que de tal caudal de agua se beneficiaron durante siglos. Pueblos como Alcoba de la Ribera, Sardonedo, Santa Marina del Rey, Villavante, Acebes, Huerga de Frailes, Santa Marinica, Villazala, Valdesandinas...
Acebes concretamente, gracias a la Cerrajera, no sólo tuvo agua, sino también Molinos de harina y hasta una modesta central eléctrica que daba luz al propio pueblo y al vecino Villavante, antes de que ELSA (Eléctrica Leonesa S. A.) llegara por aquellos pagos.
Y quien quiera saber más, que se acerque a Sardonedo, donde un maestro nacional puso en escena, en una obra de teatro, esta bonita leyenda. J.M.V.
Romance de la Presa Cerrajera
En el desierto del “Sájara”
caminando por la arena
entre las dunas y jaimas
que gritaban su pobreza,
topo con un saharaui
que el rebaño pastorea.
Me acogerá hospitalario
al abrigo de su tienda
y me obsequia como brindis
con la leche de camella.
Mientras, el sol se ponía
dorando africana estepa.
La nostalgia me evocaba
el rincón donde naciera
y la historia tan cantada
de aquella heroica epopeya
de Reconquista y de lucha
que inyectaron en mis venas…
Me chirrían los relatos
de matanzas y de guerras
entre moros y cristianos
que aprendimos en la escuela.
Prefiero soñar romances
de mi infancia y de mi tierra
con jeques Abencerrajes
y con cristianas doncellas
que por un lance de amores
emprenden arduas empresas
de transformar en vergel
adiles y parameras
con el gluglú fecundante
de la Presa Cerrajera.
No me cuenten más historias
de batallas y de guerras.
Me quedo con los recuerdos
de mi infancia y de mi tierra.
J.M.Vega de Acebes
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En la foto de arriba, el autor durante su estancia en el Sáhara, 1973-74.
Abajo, el puente de la Cerrajera, Camino de San Pedro.